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Excursión penitente al cerro Ventoso

     En GMSMA antiguamente
hubo una norma vigente:
Miércoles en vacaciones,
injustificadamente,
no se hacían excursiones.
Hoy esa norma se trunca
porque siendo veintitantos,
aunque no vayamos tantos
ya no se descansa nunca,
¡se sale Miércoles Santos!
Así pues, habida cuenta
que esta excursión representa
la pena del penitente,
empezamos buenamente,
la cuatrocientos sesenta.

     Con el tormentoso viento
que en el Puerto nos hacía,
dijo Antonio: «Más valdría
Maliciosa, de momento,
dejar para un otro día»,
y propuso o bien, dispuso,
ir al Collado Ventoso
donde haría menos supuso,
viento tan impetuoso;
y ninguno se le opuso.
Mas no todos los senderos
prosiguen los mismos hitos
ni igual son de llevaderos;
unos son más facilitos
y otros son más puñeteros.
Y nos tocó lo segundo,
un relieve tremebundo,
ladera piedras y nieve,
caídas, yo conté nueve;
¡cayó casi todo el mundo!

     Por fin vimos el collado,
que tras el arduo camino
nos habíamos ganado,
y aún sin ser nuestro destino
nos hubimos encontrado
un mojón un poco ahusado
donde tomamos ufanos
unas fotos como hermanos:
los madrileños a un lado,
y al otro los segovianos.
Pero, aunque nos asombre,
si el collado fue ventoso,
al cerro del mismo nombre
convendría presuroso
en llamarlo «borrascoso»,
y en habiéndolo pasado
nos habríamos llegado
al puerto de la Fuenfría
donde ya se comería
con el culo bien sentado.

     Poco ya nos faltaría,
a buen decir... otro tanto,
pero tan fácil se haría
que to'el mundo volvería
sin extenuarse tanto
por el Schmidt sin problemas
al Puerto, nuestro destino,
donde casi sin dilemas
tomaríamos un vino....
o unas cervezas supremas.

     Terminada la función
servidor no se entromete,
pues al cronista compete,
dar la calificación;
así pues, que no se inquiete
que no reparto sicarias,
aunque si me gustaría
opiniones, daros varias:
Para esta marcha de parias
un par de ellas bastaría.

Paco Cantos  17/4/2019

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